Por Lorena Martínez Lombard
Como sociedad, impulsamos la educación formal como la enseñanza indispensable para los niñ@s, es decir, materias como matemáticas, la ciencia, literatura, etc. Pero, ¿existirá educación más allá de lo que se enseña en los salones de clase?
La educación emocional es el desarrollo de competencias emocionales no-académicas, así como los valores, el manejo de la ansiedad y el estrés, o la educación acerca de los peligros de consumir sustancias ilegales. Son conceptos que nos permiten crecer como individuos íntegros y coexistir como sociedad, por lo que todo ciudadano debe recibir esta educación a través de maestros, familia y comunidad.
Rafael Bisquerra, director de postgrados en Educación Emocional y Bienestar (PEEB) y Inteligencia Emocional en las Organizaciones (PIE) en la Universidad de Barcelona nos introduce al concepto de la educación emocional en su blog (Rafael Bisquerra – Educación emocional). El catedrático asegura que los objetivos generales de la educación emocional consisten en:
- Habilidad de controlar y reconocer las propias emociones
- Desarrollo de emociones positivas y prevención de efectos nocivos de emociones negativas
- Adopción de actitud positiva para la vida
- Solucionar problemas de manera pacífica
En casa, se puede fomentar la educación emocional al interactuar con tus hijos, pasando tiempo de calidad, jugando juntos, leyendo un cuento, generando experiencias cotidianas de armonía, sentido de pertenencia, trabajo en equipo y solucionando diferencias. Un ejemplo de esto puede ser preguntarle a tu hijo cómo le fue en la escuela, observando cómo se comparta con otros niños, o cómo enfrenta situaciones de estrés como los exámenes, partidos deportivos amistosos, viajes, etc. Al crear un ambiente amigable en casa, los niños y niñas sentirán la confianza de expresar sus inquietudes, permitiendo un diálogo entre padre e hij@, así promoviendo un ambiente donde se valoren y respeten las emociones personales.
A través del diálogo, los niños y niñas aprenderán a reconocer y verbalizar sus emociones, vincularlos con soluciones prácticas, y ser empáticos ante las emociones de los demás. Las herramientas que aprenden en casa los ayudarán a reconocer y resolver problemas aún más grandes a través de su desarrollo como persona íntegra, así como diferenciar entre lo bueno y lo malo y saber cuando decir no.
En Pequeñ@s Ciudadan@s invitamos a todos los padres o tutores a ejercer la educación emocional en casa, ya que las herramientas aprendidas serán lo que convierten a l@s niñ@s en ciudadanos responsables, íntegros y empáticos. Pequeñ@S Ciudadan@s promueve la autorregulación que es la capacidad de orientar el comportamiento para beneficio de todos, así como el diálogo, la tolerancia y el respeto al otro.
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Lorena Martínez Lombard es estudiante de Periodismo y Medios de Información, en el Tecnológico de Monterrey. Los temas que la apasionan incluyen: Derechos Humanos, Equidad de Género, y temas socio-políticos.