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Engrandeciendo la paz interior, El derecho del niño a la atención plena

Ago 3, 2023 | Blog

“En la bienaventuranza del alma”, Prâsade: Es el estado de completa satisfacción que proviene de la calma interior (es decir, esa perfecta tranquilidad del Ser que se halla impregnada de la naturaleza pura del alma — la dicha eternamente renovada).

Para quien carece de paz, ¿cómo podrá haber felicidad?

EL BHAGAVAD GITA, CAPÍTULO II

Por Carolina Carrera

Cuando leí estos párrafos me sentí muy emocionada e inspirada a vivir en esta bienaventuranza que es la verdadera naturaleza de nuestro Ser. Observando a los niños con los que comparto la experiencia de Yogi Minds for Kids, he reafirmado esta verdad. Los niños tienen una gran capacidad de extraerse de la “realidad” para enfocar su atención en aquello que les proporciona una experiencia emocional y esto deja en consecuencia un aprendizaje.

LA EXPERIENCIA

La experiencia nos permite acceder a los sentimientos, reconocerlos, integrarlos de manera positiva y trascenderlos. Cuando exploramos cada sentimiento podemos saber qué hacer con el. Veamos un ejemplo:

EL ENOJO. ¿Qué te pone muy, pero muy ENOJADO? ¿Y qué puedes hacer cuándo estás enojado? La respuesta a la primera pregunta puede variar mucho; para la segunda, la repuesta es: RESPIRAR. Eso es todo, puedes elegir ir a un lugar donde puedas estar a solas o quedarte quieto, en silencio y respirar. Luego reflexionamos acerca de las reacciones que puede haber cuando no respiramos y elegimos pelear, gritar, pegar, etc., y concluimos cantando “Siempre está bien sentir lo que siento”. El enojo no es malo ni es bueno, sólo es enojo, lo que esta bien es sentirlo y respirar, lo que me daña es elegir permanecer en él y elegir lastimar a otros. La elección siempre es mía.

YO SOY EL JEFE DE MIS PENSAMIENTOS

Yo elijo estar en paz, elijo ser amable conmigo mismo, elijo pensamientos, palabras y acciones positivas, pero para poder hacer estas elecciones primero necesito reconocer lo que siento, y para eso debe haber silencio y atención plena. Si un niño está listo para compartir lo que siente, es porque se siente seguro, es porque alguien lo mira fijamente y con la mirada le transmite compasión. Entonces la magia sucede y el niño comparte y se reconoce como el único responsable de sus sentimientos y eso le da una tremenda libertad y un gran discernimiento. Ahora ese niño puede ser amable consigo mismo porque ya sabe que está bien sentir enojo, tristeza y alegría, tiene todo el derecho de sentir. Todas las demás emociones parten de ahí, el temor, por ejemplo, es una confusión: sentimos miedo cuando no sabemos que hacer, es un sentimiento irreal. El peligro es real, hay eventos y cosas que son peligrosas, entonces tenemos un mecanismo de defensa natural que nos pone en alerta y se siente estrés, pero la mente, cuando no le explicas la diferencia entre el peligro y el miedo, se confunde; entonces el niño pequeño ve las imágenes en un libro donde una araña enorme se come a un ratón y luego sueña que él es el ratón y le tiene pavor a las arañas. Ahora, cuando vea una araña de cualquier tamaño, quiere hacerla desaparecer porque se lo va a comer, y piensa: “antes de que me coma, mejor la mato”. Por eso es importante también enseñar a los niños desde pequeños cómo funciona su mente y cómo funciona su cerebro, y todo es en base a la experiencia, dentro de la dinámica diaria. En ese momento que el niño está hojeando el libro, me acerco y lo observo, y si el niño no comparte lo que está sintiendo al ver lo que ve, entonces cuestiono, siempre preguntando primero “¿cómo te sientes?”

Pero para eso hay que estar. Si en verdad quiero aprender de mi experiencia de vida como ser humano, tengo que estar en cada momento presente. Eso es meditar. Hay muchos tipos de meditación, podemos sentarnos en silencio a respirar, podemos sentarnos en el suelo con las piernas cruzadas o en una silla y observar un objeto, podemos recostarnos y escuchar una canción, en fin, todas son prácticas que nos permiten calmarnos y mirar hacia adentro, sin embargo, mantener una meditación activa es vivir en la consciencia del momento presente: cuando estoy con mi hija, cuando estoy cocinando, lavando trastes o bañándome, estoy con todos mis sentidos atentos a esa experiencia, no hay lugar para la mente ahí, no hay lugar para el juicio o la ilusión. Ese momento en el que voy por mis hijas a la escuela y siento esa emoción de verlas y abrazarlas y escuchar sus vocecitas, oler sus cabecitas, ahí estoy en una meditación activa en donde “la realidad exterior es sólo una ilusión”, y la verdadera realidad es el amor y la gratitud que estoy experimentando, es un momento en el que estoy en gracia con Dios, unida a él y lo que siento es paz.

TODOS SOMOS ÚNICOS Y ESPECIALES

Pero tenemos la misma naturaleza y, por increíble que parezca, “todos los seres en todas partes merecen ser libres y felices”, y cuando mi deseo puro interior es que así sea, entonces me hago consciente de que todas las acciones de mi propia vida contribuyen de alguna manera a la felicidad y libertad de todos: “LOKAH SAMASTAH SUKHINO BHAVANTU”.

¿CÓMO PUEDO HACER PARA QUE MIS HIJOS ESTÉN EN PAZ?

  • Reconócete como una madre, como un padre, hazte responsable de tus hijos, críalos tú, con tu ejemplo, con tu presencia. Aquí no aplica ponerlos en la agenda y destinarles una o dos horas, sino darles todo el tiempo posible, y entre más mejor. Vive con ellos la experiencia en base a los sentimientos y las emociones.
  • Olvídate de cómo se deben hacer las cosas, busca en tu interior y ahí estará la manera que aplica para ti, en tus circunstancias y a través de tu experiencia de vida. Recuerda que toda la sabiduría está en ti.
  • Vete a ti mismo reflejado en ese niño que está frente a ti. Trátate con amor, con paciencia, con amabilidad, sé tu mejor amigo y sé el mejor amigo de tu hijo. Que seas tú a quien él quiere llegar siempre a compartirle sus sentimientos y sus impresiones, con quien quiera disfrutar la vida, con quien desee volver a estar.
  • Sé amable contigo mismo, cada momento es una nueva oportunidad, no bases tu realidad en el pasado porque lo único que existe es el momento presente.
  • Elimina de tu vida todo aquello que te mantiene en la ilusión y en la esperanza el mañ Todo aquello que esperas vivir algún día, vívelo hoy. Desconéctate del mundo virtual y conéctate a ti y a tus seres queridos en carne y hueso.
  • Juega en familia, diviértanse, ríanse juntos y elige ver el lado positivo de la vida. Habla en primera persona, inclúyete en el comentario aún y cuando te refieras a los demás, así te verás reflejado en todos y eliminarás la separació
  • Elige prácticas espirituales como pasar tiempo en la naturaleza, orar, meditar, leer los escritos sagrados, cantar, pintar, bailar, cocinar, practicar yoga.
  • La más importante, pregúntate a ti mismo varias veces, en cada situación: “¿Cómo me siento?” Es tu derecho, y “siempre está bien sentir lo que siento”.

“Porque nuestra gloria es ésta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros”.

2 CORINTIOS 1:12

Carolina Carrera Ascencio es una mujer que ama la cocina saludable y los alimentos orgánicos. Creadora del las clases de “Cocina Consciente para Niños” y “Mi Cocina de Ideas”, blog de recetas, reflexiones, salud, educación, arte y cultura. Imparte y organiza talleres de cocina vegana, es instructora de Yoga, escribe y tiene una familia.

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